JABÓN DE AVENA
(Rendimiento:12-15 piezas)
Tiempo de preparación: 1 día
Ingredientes:
• 150 g de avena (1 taza, aprox.)
• 300 g de jabón neutro (previamente rallado)
• 3 cucharadas soperas de agua limpia
• 1 taza de leche (250 ml)
Utensilios:
• Olla con recubrimiento y con capacidad de 2 litros • Olla grande para baño maría
• Recipiente de metal con capacidad de 1 litro (puede reusar un bote metálico de leche en polvo o conservas, vacío y limpio)
• Pala de madera o plástico
• Charola grande, de metal o plástico
• Papel celofán
• Etiqueta adherible
Procedimiento:
1. Dos horas antes de empezar la elaboración del jabón, en la olla de 2 litros se pone a remojar la avena en la leche.
2. Mientras, el baño María se pone a calentar y, una vez que ha empezado a hervir, en el bote metálico, se agrega el agua y en esta se añade el jabón rallado, exponiéndolo al baño se remueve con la ayuda de la palita hasta que se forme una pasta, apagando el fuego inmediatamente y sin sacar del baño.
3. A fuego medio, la leche con avena, se pone a calentar sin dejar de mover, cuando alcance una temperatura tal que se soporte con la yema del dedo, se agrega la pasta de jabón, la mezcla tomará la consistencia de un atole.
4. La pasta para formar el jabón estará lista cuando al mover, se pueda ver el fondo de la olla.
5. Inmediatamente, la pasta se vacía a la charola para formar los jabones con las manos limpias, la pasta debe estar aún caliente, pero que se tolere al tacto.
6. Una vez formados los jabones se dejan secar sobre la charola (una noche aproximadamente).
Envasado y conservación:
Los jabones ya secos, se envuelven individualmente en el papel celofán, o bien todos en un recipiente bien cerrado, colocando una etiqueta con el nombre del producto, fecha de elaboración y de caducidad para conservarlos en un lugar limpio y seco.
Caducidad:
Los jabones de avena elaborados mediante esta tecnología conservan sus características propias de uso hasta por 3 meses.
Dato interesante:
En Europa la fabricación de jabones se inició en Marsella en la Edad Media y se extendió a Génova, Venecia y Savona. Había fabricantes de jabones en Bristol, Inglaterra, a fines del siglo XII. El uso de jabón no estaba, empero, muy difundido. Se decía que la Reina Isabel I (1533-1603) se bañaba una vez al mes, lo necesitara o no. En 1972, cuando el alemán A. Leo envió a Lady von Scheinitz un paquete que contenía jabón de Italia pensó que era necesario acompañarlo con instrucciones detalladas para su uso.
Beneficio:
Al elaborar usted mismo sus jabones por medio de esta tecnología podrá obtener un ahorro hasta del 40 % con respecto al producto comercial, además de aprovechar la avena.
Modo de uso:
Este producto se usa como cualquier otro jabón de uso cotidiano para cuerpo y
cara.
Recomendaciones de elaboración:
• Es recomendable usar agarraderas o guantes.
• Se puede usar moldes para formar diferentes figuras, o bien, recortando recipientes de cartón, como el de leche o jugos, para formar moldes, recordando que entre más grande sea el molde mayor tiempo de secado se necesitará.
• En caso de que sobren ingredientes, se etiquetan en sus respectivos envases y se conservan en un lugar fresco, seco y seguro.
• Se le puede añadir aceite esencial del aroma preferido (se adquiere en tiendas de esencias o farmacias grandes).